Descubre el Flamenco con los Cinco Sentidos

Descubre el Flamenco con los 5 sentidos. Cata de Vino y Flamenco

Al Vino se le puede oler, observar, degustar, palpar en el paladar, pero le falta hablar para poder oírlo y completar los cinco sentidos. Si tuviéramos que ponerle sonido al vino, muy pocos dudarían en que sería flamenco. Por eso precisamente es el complemento ideal para degustarlo completamente. Al igual que al flamenco, se le puede dar sabor literal acompañado de un buen vino.

Este perfecto binomio nos producirá una experiencia única, especial, rica y embriagadora. Lógicamente la historia de éstos dos artes va ligada. Para algunos uno es la consecuencia de otro. Si nos adentramos en la historia podremos ver que posiblemente sea un componente indispensable en desarrollo de éste arte universal tan maravilloso que poseemos en nuestro país: el Flamenco.

Durante la cata además de disfrutar de éste binomio, descubriremos cómo desde el principio de los tabancos o despachos del vino en Jerez. El flamenco toma sus formas, y cómo ya desde Grecia, época  en la que se remonta la enología. Los hombres nos sentimos atraídos por el néctar divino, bebida de Dionisos. Cata de vino y Flamenco con los 5 sentidos se convierte en una experiencia única. En ésta, el paladar se da cita con el resto de sentidos a través del sonido de las voces rotas del alma, el sonido de las cuerdas de la guitarra, el vuelo de los volantes de la bailaora, que evoca el movimiento del vino en cada copa, exquisitos vinos y amenos momentos que prometen despertar la curiosidad del asistente.

Francisco Umbral dijo una vez:

«El vino es un ser vivo ya que se han hecho experimentos y se ha comprobado que reacciona de diferentes maneras. Y por ello da vida al que lo bebe razonablemente»

Y es que al placer de beber vino, físico y espiritual, se le suma el placer de llegar a las emociones a través del Flamenco “Déjame que beba vino”  fandangos que cantaba Porrina de Badajoz. Es uno de los cantaores que más huella dejaron en el flamenco extremeño. Es indudable que el vino ha sido compañero inseparable del flamenco en su origen y fragua.  Dejémonos sorprender un poco más por ambos artes, que hoy empiezan un recorrido juntos.

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